Mi nombre es Charlotte Kessinger y tengo 21 años. Nací el 13 de enero en Lexington (Kentucky). Después de graduarme de la escuela secundaria, me trasladé a Miami para estudiar en la Universidad de Miami porque quería salir de mi pequeño pueblo. Actualmente estoy en el cuarto año de la universidad. Estudio relaciones internacionales y español como majors y psicología como minor. Me graduaré en la primavera de 2022 y todavía me cuesta creerlo. Cuando era estudiante de primer año, mi especialización era biología y pensé que quería hacer algo en el campo de la medicina. Sin embargo, después de estudiar química orgánica y cálculo, cambié de idea. Me di cuenta de lo mucho que disfruto leyendo y escribiendo y lo mucho que detesto las matemáticas. Este verano lo he pasado estudiando para el exámen de ingreso, el LSAT. Lo tomé en agosto por primera vez y lo volveré a tomar en noviembre, pues este semestre planeo matricularme en la facultad de derecho para el otoño 2022.

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Claramente la tecnología tiene un impacto profundo en mi vida diaria. Uso internet 24/7. Siempre estoy conectada a internet. Ya sea que esté o no activa en mi teléfono, siempre está conectado a Bluetooth e Internet y mi presencia en línea aún persiste. Por ejemplo, mientras duermo o hago una prueba, las personas tienen la capacidad de interactuar conmigo o ver mi perfil incluso cuando no estoy disponible. Uso las aplicaciones Instagram, Tik Tok, y Twitter con mucha frecuencia. Muchas de mis clases han analizado datos de sitios de redes sociales o se han centrado en la influencia de la tecnología en sus estudios. Sé que genero muchos datos en línea. Recibo anuncios dirigidos con frecuencia y cada visita a las redes sociales que hago probablemente acceda y recopile mis datos. He usado programas como Excel, EndNote, Microsoft Word, Powerpoint, Moviemaker, y algunos programas de matemáticas. No creo que el sistema educativo sería igual si no fuera por el avance y la accesibilidad a Internet.

Lo que me fascina de la tecnología es el hecho de que la generación anterior no creció con las mismas tecnologías que tiene la mía y la rapidez con la que ha avanzado la tecnología en los últimos veinte años. Yo creo que el estudio de la lengua puede relacionarse con la tecnología de muchas maneras importantes. A día de hoy, el Internet es la forma en que mantenemos un registro digital de idiomas, libros, publicaciones, archivos, publicaciones personales, etc. Además, creo que incluso las redes sociales permiten influir y cambiar la dirección en la que evoluciona un idioma. Estoy interesada en aprender más sobre esta relación en clase y estoy muy feliz de que finalmente tengamos clases presenciales en el campus.